sábado, 29 de agosto de 2015

El hielo también quema.

IDespertar en mitad de la madrugada con ese sabor amargo en la boca de recuerdos imborrables que se repiten como si el disco duro de tu cabeza se hubiese rayado y no consiguiera avanzar más que en ese instante de aquella noche. 

Todo avanzó tan rápido que no me di cuenta de que el sol se alzaba por el horizonte, porque estaba demasiado ocupada memorizando cada pestaña de tus ojos y cada mancha de tu iris. 

Demasiado ocupada para reparar en algo que no fuera tu lengua haciéndose paso entre mis labios y tus manos dando suaves caricias a lo largo de mi columna vertebral. 

Estaba demasiado ocupada para saber la hora que era, pues el tiempo pasa demasiado rápido cuando quieres que no acabe ese instante, y allí estábamos tu y yo, con la respiración entrecortada, pero a la par, con los mofletes sonrojados y los labios irritados después de la pasión.

Estábamos locos, el uno por el otro, diciéndonos bajito pero también gritando 'te quiero' y que bien suena dicho por tus labios y desde el más profundo lugar de tu corazón. 

Créeme que esta vez, sentí que era de verdad y que podríamos empezar de cero, pero con mucho más cariño, pues todo estaba perfecto, tu y yo, cogidos de la mano y cada dos pasos, cuatro besos, cada cuatro besos un par de 'te quieros' y así hasta cansarnos de parecer dos idiotas y echarnos a reír hasta dolernos la barriga. 

Todo fue verdad durante unas cuantas horas, y al llegar a casa, sentí que todo estaba en su sitio y que podía detenerse el tiempo porque yo había encontrado la razón por la que seguir en pie, sonriendo. 

Pero el sol le pudo a la oscuridad y ni siquiera miraste los labios que habías estado besando de madrugada, ni si quiera te reparaste en que mis mofletes seguían sonrojados y que seguía esa sonrisa de idiota en mi cara. Y entonces lo comprendí, comprendí que había sido un error.

Quería llorar, pero no, no iba a dejar salir una lágrima de mis ojos, no por amores fugaces, ya no lo permitiría. Estaba tan rota que cortaba y a parte de ello me hice de hielo, y lo que no saben, es que el hielo también quema.





3 comentarios:

  1. Hola, Lu! Quiero decirte que esto es tan hermoso y dulce a la vista. Me encanta la manera en la que describiste todo. Muy hermoso, y realmente me vi en el lugar de ella. Espero que sigas escribiendo, y que jamás te desanimes ni dejes que los comentarios de más personas te hagan caer. Mucho éxito, saludos y buenos deseos.

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  2. Hola.
    Debo decir que mientras leía tu entrada me llevaba una mano a la boca, porque los sentimientos que se expresaban eran importantes. Como una muerte anunciaba iba frase tras frase temiendo llegar al desenlace final, el cual sabía, por como empezaba, pero no deseaba que llegaba, quizás porque esperaba que ambos amantes se quedaran tumbados en la cama para siempre.
    Enhorabuena por esta perfecta entrada.
    ¡Nos leemos!

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  3. Increíble la forma en la que escribes todo y como describes los sentimientos de forma tan real
    Se nota que escribes desde la experiencia de haberlo pasado, ya que por el contrario no se podria describir con tanto detalle
    Un abrazo y no dejes de escribir, es de las pocas cosas que no te abandonará

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